"A vos, ombligo del mundo, el que siempre sale ileso...
Negate a tu 'no' rotundo, decir que sí, no es exceso.
No te sientas superior que vos sos de carne y hueso."

Las Pastillas del Abuelo.

¿Querés saber por qué elegí este tema?

Mi propósito con este espacio es que tomemos conciencia de la discriminación sobre el Síndrome de Down. Ciertos reacciones o expresiones cotidianas que consideramos comunes e inofensivas, pueden resultar de gran dolor para nuestros pares. Estas mismas deberían ser suprimidas del vivir diario, ya que tales terminologías o muecas pueden lastimar a las personas que padecen el síndrome.

Reitero, muchos podemos adjudicar que nuestra meta no es ofender a nadie de forma directa o indirecta, pero no pensamos que en cierta situación de agresión verbal o burla, nuestro comentario puede ser escuchado por un tercero con esta condición. En dicho caso, no sólo le habremos procurado un maltrato emocional, sino que también se trataría de un acto de discriminación; con todo lo que eso conlleva si se decide llevar a cabo la denuncia correspondiente.

Otro caso es cuando el niño nace con el síndrome. Muchos padres se lamentan, se sienten culpables, entran en crisis y no saben cómo sobrellevar la situación. Este reaccionar es entendible, debemos entender que uno nunca estará lo suficientemente preparado para ser padre/madre y para asumir las responsabilidades que esto nos plantea. Tal resultado no es quizás el deseado, pero es el obtenido, y debemos afrontarlo con la mejor actitud y voluntad posibles.

Más allá de que el niño nazca o no con la patología, tengamos siempre presente que se trata de nuestro hijo, y que como tal es totalmente dependiente del amor y cariño que le brindemos. Este niño le entregará su corazón y confianza; y en ocasiones nos hará asumir el rol de aprendices, enseñándonos cuán fuerte y capaz es y va a ser.

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